Un verdadero monstruo

Entonces quería saber con qué clase de persona me estaba enfrentando.

Puse los pies en la tierra y ví a quién tenía delante. Era guapo, alto, un poco rubito y estaba llorando por una chica.
También pude ver a una persona cruel, fría que le decía aquel chico enamorado,una chica de estatura más bien baja, pequeñita, a la vista inofensiba.
Tube otra vez la prueba firme de que las apariencias realmente engañan, esa chica tenía el poder de hacer daño, quizás no físico, pero sí uno más doloroso. Le decía al chico que se apartase que no quería verle, que no se merecía nada, eso entre mil palabras que se clabaron como estacas en el corazón que aquel arrepentido enamorado.
Sus palabras parecían puro veneno...

Me sentía tan impotente...como en aquellas pelis que pides que la chica no haga lo que está haciendo pero ella sigue. Quería evitar todo, quería decirla que parase, pero mi voz se hizo invisible y a la vez hueca en el espacio. Nadie me oía y menos ella. El chico lloraba y pedía a gritos que la amase, que lo sentía. ¿Debía ser ella tan dura con él? Todos cometemos errores pero debemos saber perdonarlos, no cometer otros más graves. Ví a la chica levantar la mano y le empujó bruscamente evitando sus abrazos y el chico calló al suelo. La sangre aceleró como la de un atleta profesional y fui detrás de la chica.

"¡PARA, PARA!"-gritaba desesperadamente-"¡¡BASTA, BASTA, BASTA,YA ES SUFICIENTE!!"

La chica me ignoraba y no hacía que correr más y más rápido y mi desesperación por ayudar a aquella pareja se hacía más grande. Yo conocía a esa chica, más que cualquier otra persona y sabía que ella no era así. Algo la estaba pasando, algo estaba haciendo de ella un verdadero monstruo. Al fin, la chica paró y entre arbustos y matorrales calló de lleno al suelo y sus lágrimas caían solas deslizándose a traves de su cara.


Por fín supe con que tipo de persona me estaba enfrentando y mi voz se transmitió a sus oidos.
Ella desconcertada, se hallaba perdida entre un manto de locura que había invadido su mente y no la dejaba pensar. Su mente se cerró y con ello sus ojos empapados en lágrimas...
Nunca ví a aquella chica tan arrepentida, pero ¿eso sería suficiente para perdonar a ese monstruo que se había apoderado de ella? ¿aquel chico soportaría volver a ver a su amada convertida en tal atrocidad? Antes de irme con la chica ví al chico tumbado en el suelo, llorando y susurrando su nombre.
Él la quería a rabiar y ella a él todavía más pero desde luego esa chica se lo debería demostrar. Agaché la cabeza y le besé, y pedí perdón por aquella chica y por mí porque ella y yo somos la misma persona, ella en cuerpo y yo en alma. Le abrazé y le dije que pronto volvería con él. Y que nunca más nada ni nadie me podría hacer salir de mi ser.