Hace aproximadamente siete meses, un día quince o quizás diediseís de agosto llamaste a mi teléfono para darme la noticia:
"¿Sabes que? tenemos un nuevo miembro en la familia"-dijo con emoción un ser muy muy querido.
Pasamos unos días duros, estábamos lejos y nos necesitábamos mutuamente y la distancia nos hacía impotentes, dejando que el tiempo pasase y curase nuestro dolor.
Pero ahora no vamos hablar de nosotros, vamos a hablar de "ese nuevo miembro", pues él tiene hoy más protagonismo que nunca .
"Sorpréndeme"-dije mosqueada.
"He acogido a un gatito"-dijo con emoción.
Cuando oí tal cosa sentí un extraño sentimiento dentro de mí, acumulaba una bola de celos pero al mismo tiempo una alegría increible, esto podría ser una señal.
Me acuerdo que pasamos días y días discutiendo sobre su nombre aún sin saber si era macho o hembra, durante horas y horas y más horas.
Al cabo de unos días, descrbió que era hembra.
"María es una chica"-gritó.
Oh dios yo y las mujeres, imagínate con las gatas, no me hacía ni pizca de gracia pensar que tendría un gato más importancia que yo.
Pasaban los días y mis celos aumentaban, yo también quería mimos y también quería tu atención, pues ya me conoceis, si buscais posesivismo o como quiera que se llama y la palabra celo, en el sentido humano, seguramente mi nombre aparecerá en todos los ejemplos.
Después de unos días de contínuas discusiones por el nombre decidiste llamarla Baily, bueno de otro modo escrito pero al verlo puesto por mí, me miraste fijamente a los ojos y con una amplia sonrisa me dijiste que ese sería su nombre a partir de ese momento.
"Aunque me cueste decirlo, me muero por verla"-realmente no me costó decir tal cosa, me moría por verla.
Cuando volví de viaje cuando entre por la casa y vi a tal criatura pequeña y peluda paseando por la casa, mis ojos tan sólo pudieron responder con lágrimas y suspiros.
"Qué tonta fui"-pensé...
Nada más ver a la gatita unas enormes ganas de abrazarla paseaban por mi cuerpo y como duendes danzarines mi alma brincaba de felicidad.
Cuando la cogí vi en sus ojos más que algo que alguien podría ver, tu y yo lo vimos, y un instinto aunque para algunos pueda ser una tonteria o una locura, para mí fue como tener un bebé a mi cuidado, fue como sentirme mamá por primera vez.
La quería cuidar, la quería mimar, la quería consentir todo y sobretodo, hacerla feliz.
Los primeros días mi ser querido supo hacerte feliz y con cuidado y cariño te acompañó durante los días y las noches, ayudándola a caminar, a comer y a tener cuidado por donde andaba por si se caía y se hacía daño. En cuanto pienso eso sólo me da rabia de no haber podido hacerlo yo también, por supuesto, contigo, pues eres tu una persona que nunca dejará de hacerme sonreir.
Siempre había sido una gatita traviesa, cogía la comida de todos en cuanto podía y cuando poníamos la mesa con la comida, ya estaba ella la primera para pillar algo, me acuerdo que cuando mi ser querido se daba la vuelta yo aprobechaba y te daba algo de pan o leche que tanto te gustaba. Era sin duda la gata con el estómago más grande que había conocido jamás.
También era muy juguetona, la encantaba salir espontáneamente detrás de un escalón y agarrarse a tu pierna o en cuanto la mimabas y ella se cansaba o estaba saturada de nuestros mimos a veces un tanto empalagosos para ella, se volvía loca y nos mordía y atacaba.
Aunque nos quejábamos tanto, en el fondo nos encantaba, pues eran todas esas pequeñas cosas las que la hacían especial.
Por las noches con sigilo se sentía sóla y cuando estábamos durmiendo venía sigilosa y comenzaba a ronronear durante horas y horas acurrucandose a lado nuestro, debajo de nuestros brazos, encima de mi tripa o de la sulla...hacía que esas noches se hicieran muy dulces y con paciencia su ronroneo disminuía poco a poco mientras el sueño se apoderaba de ella.
Tampoco olvidemos su pasión por las mantas suaves que seguramente la recordaban a su verdadera mamá.
En cierto modo eso que dicen que los gatos se parecen a sus dueños, es del todo cierto, pues ella era comilona como yo, loca como un tigre, jaja como mi ser tan querido y yo, pero no creo que su locura superase a la nuestra y tan dulce y mimosa que no podía estar un día sin nosotros.
Baily, te hacías mayor y aprendías a trepar, a subir a los árboles y luego no sabías bajar...¿cuántas veces fuimos por ti? temía verte menos, que te echases un novio y pasases de nosotros, quería que mí bebé siempre estuviese aquí.
Baily, tu eras como nosotros.
Pero cruel destino, te llebastes a nuestra preciosa, nuestra gatita, nuestro beso antes de dormir, nuestro amor antes de irnos, eras todo lo que un gato podía darle a una persona, que sepas que eras sencillamente preciosa, sin duda la gata más bonita y aunque un poco cieguita, tenías unos ojos deslumbrantes, profundos, inspirando que muchas palabras bonitas saliesen del alma.
Quisiera decir que aunque tu cuerpo se halla ido, tu alma permanecerá en nuestros corazones durante toda la eternidad, porque tú eres única.
Ninguna persona, ni ningún ser querido merece que se vaya tan pronto, me hubiese gustado ver tu primer celo, tu primera camada, y como te divertías en la pisicina que te iba a regalar en verano para que dejases de meterte en el báter.
Baily, hace unos días ignoraba que te habías ido para siempre y pedía al cielo que volvieses, ahora pido que el cielo te cuide y te arrope todas las noches, te de todo el ramen que tanto te gustaba y que puedas jugar y volverte loca siempre que quieras.
Porfavor, desde aqui dos personas que te adoran siguen pensando en tí y siempre lo harán porque eres una de las cosas de la vida que nunca se olvidan. Para estas dos personas siempre seguirás siendo nuestro bebé.
Te queremos con auténtica e irremediable locura(L) Siempre...*
You are always welcome...
No se puede decir que sea una famosa escritora, ni una chica deslumbrante a la que todo el mundo admira, tampoco ningun genio de la lámpara ni una persona que tenga algún tipo de talento. Tan sólo soy una chica enamorada perdidamente de un chico realmente increible que ha echo dar una vuelta a mi vida, coloreandola con los tonos más alegres, dándome fuerzas para seguir en el día a día y luchar contra la dura rutina, haciéndome sentir viva.
Por eso quiero dedicarle este pequeño y humilde rincón, lleno de recuerdos de momentos inolvidables, sentimientos infranqueables que me hace sentir, porque todo esto es para ti.
Espero que te guste y lo disfrutes.
Te Quiere: María
Por eso quiero dedicarle este pequeño y humilde rincón, lleno de recuerdos de momentos inolvidables, sentimientos infranqueables que me hace sentir, porque todo esto es para ti.
Espero que te guste y lo disfrutes.
Te Quiere: María
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