Es uno de los momentos que jamás olvidaré, la casa era nuestra y yo estaba nerviosa, sabía que ese día iba a ser especial y sí, lo fue.
Entré a la una y media de el medio día del 15 de Noviembre de 2010 y me encontré en su habitación llena de velas que me conducían a medio colgante que inspiraba nuestro amor y un puzzle que nos comprometimos a terminar.
Tras ello estuvimos hablando sobre todo lo que nos había pasado el día anterior y hablamos y hablamos intercalando besos y abrazos y llegó la hora de comer en la que me aguardó con una fantástica y maravillosa comida. Sin duda fue una velada preciosa.
Llegaron las ocho y tras una tarde haciendo el amor, te fuiste durante un instante de mi lado para coger un ramo de flores con el que me pediste salir contigo.
Dejar de estar solos en el camino y darnos la mano hasta que algún día esas manos fueran atadas por los lazos de nuestro amor, sellados con nuestro matrimonio.
Quizás suene raro oirme hablar de una forma tan cursi pero tendreis que perdonarme porque estoy completamente enamorada de él.
Hace dos días a las 5 de la tarde me hallé en su casa de nuevo, esta vez sus paredes no eran blancas sino azules, habíamos decidido cambiar de color a nuestra "nueva casa" o para nosotros de una forma ñoña, nuestro nidito de amor.
Lo siento no puedo dejar de sonar cursi y ñoño pero pocas veces estoy así y es que ante un domingo sin él y tras estos dos días de ensueño con él me resulta imposible parar de escribir.
Como decía, hace dos días estábamos juntos en casa y le ayudé a montar unos muebles que se había roto y tras eso por fin,. La habitación de nuevo volvía a estar atenuada con velas que dedicaban una felicitación y en un camino de pétalos de rosa, me sentía la princesa de un cuento en el que siempre había soñado estar junto a un príncipe azul, pero mi príncipe era de vestir atuendos rojos y negros que hacían desviar mis ojos hacia lo que no debería mirar. Tras meses de preparación pudimos entregar entonces nuestros "pequeños detalles" y pude ver pequeñas cajas de color violeta y azul y regalos envueltos en color rosa con lazos azules destinados a ser abiertos por mí. Todos ellos aguardaban cosas realmente especiales y significativas para ambos y sí, tras abrir nuestros regalos y ver el vídeo que hice para él rompimos a llorar dulcemente de felicidad. Al ver sus ojos ví lo tontos y estúpidos que habíamos sido durante estos meses, discutiendo y chillándonos sin sentido alguno, puede que era la impaciencia lo que nos pinchaba y quemaba por dentro, junto a nuestro estrés particular por nuestro curso.
Te debo pedir una vez más lo siento, y te digo que esta vez intentaré ser fiel a mis promesas, quitarme el orgullo y la cabezonería de mi mente en nuestra relación, después de todo había una mujer que en una semana no volvería a molestar por el momento, espero que sepas entender que amor mío, NO LA SOPORTO. Y si puede sonar común pero las suegras son horribles pero esta ES PEOR! :)
Tras que tu padre marchara y tu madre desaparecida quedase pudimos volver a estar juntos, cosa que en mucho tiempo no habíamos podido estar y envueltos en nuestra pompa de fantasía comenzamos a imaginarnos viviendo juntos en un pequeño apartamento y en cómo el destino hacía que nos enamorásemos perdidamente el uno del otro. Cuando te miraba a los ojos al cenar uno de nuestros platos favoritos, si...curry ví que lo tonto que eras y lo tonto que habías sido y como yo también lo fui, pues tus ojos me inspiraban amor, tu boca dulzura y tus palabras me supieron transmitir confianza.
Después de la cena y una vez nuestras tripas llenas pasamos a tu vicio particular, la televisión, espero que de mayor no te sepa abducir como a muchos que sino tendremos que sacrificar la electrónica de la casa. Pero creo que eso no pasará pues entre besos y abrazos nuestros cuerpos se vieron juntos y hicimos el amor hasta que quedaste anonadado.
Pero tu cuerpo aguantó para poder pedir darte un masaje con esos aceites que te había pedido comprar para ese día y tu me regalaste, bueno con la espada contra mi espalda no pude negarme ;) Y tras entre unos 15, 20 minutos tus ojos se cerraron y tu mente se fue al mundo de los sueños. Me tumbé a tu lado y dormida quedé acariciándote la cabeza suavemente.
A la mañana del día siguiente me desperté entre el calor que desprendían tus piernas y la suavidad de tus brazos y sin pensarlo dos veces me subí encima tulla para darte un beso apasionado de "Buenos días", el día desde luego que no hacía más que prometer.
Durante la mañana estuvimos haciendo recados y más tarde te invité a comer esas deliciosas bandejas de sushi del "CHEN" que tanto nos gustan y a las 5.30 nos empezamos a vestir para ir al musical. No me lo podía creer, nunca había ido al teatro a parte de esos cutres en los que unas sillas y una mesa hacían el escenario para tres actores que realizaban una obra entera como "Don Juan Tenorio".
Estaba emocionada, y con una sonrisa de oreja a oreja tu y yo nos fuimos a Madrid que por la noche deslumbraba, vimos la obra y me sumergí en la magia de la obra junto a ti. Más tarde perdimos torpemente la reserva que hiciste para mí pero eso hizo única, especial y maravillosa aquella cena y un paseo por los bares de Madrid, buscando algún sitio donde pudiéramos estar a gusto juntos.
Antes de ello miré el reloj y vi como el tiempo había pasado y esta noche debía marchar pero gracias a ti y un mensaje a mis padres, nuestras sonrisas reaparecieron ofreciéndonos una noche más juntos.
Y vimos uno en el que cuando al pasar el coche para ir al teatro vi con arañas gigantes que todavía no habían quitado de halloween y sentados en la esquina del bar estuvimos hablando durante mucho tiempo, riéndonos y besándonos, era algo sencillamente mágico.
Volvimos a casa en un trayecto de una hora aproximadamente debido al ajetreo de Madrid y mi niño se encontraba mal de la garganta a así que decidí tumbar su cabeza en mis piernas hasta que llegásemos a casa y con una taza con el antibiótico quedó dormido y abrazados pasamos una noche más pegados y unidos nuestros corazones en el mundo de los sueños. Tristemente la mañana no se tomó las molestias de no llegar y me tuviste que llevar a casa.
Gracias por todo, Ismael. De verdad, gracias por ser el hombre más maravilloso que ha hecho de mi vida un mundo nuevo.
Tú has sido la inspiración que me ha empujado a escribir de nuevo. Nada es imposible a tu lado, nada, supongo que todo esto es fruto de un amor incontrolado.
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