He acabado los exámenes y apenas encuentro la inspiración suficiente para poder escribir algo decente. Apesar de poder estar féliz por este hecho y estar conforme con los grandes amigos que tengo, me falta algo que me llene por dentro, mi dosis que hoy no he podido recibir...
Pero ahora todo me da un poco igual, ante tal desgana que padezco no me importa quedar como una loca que escribe a su diario cuando no tiene otra cosa mejor en la que echar el tiempo a correr.
Lo cierto es, querido amigo mío, que nada veo poder hacer, nada que me pueda enriquecer, entretener si no está ÉL.
Sí...otra vez pensando en ese hombre. No podría contar los momentos en los que no pienso en esa cálida imagen, en sus abrazos por la espalda, en sus labios posados en mi cuello, transmitíendome la suavidad y la dulcura de su cariño, sus manos junto a las mías entregándose a mi con un simple agarre entre ellas...
Y es que si te contara lo que siento cada vez que le veo acabarías pidiéndome a gritos que te dejara en paz y que buscase las hojas de los árboles y aburrirlas a ellas. Pero tu no eres así, eres diferente, sabes escucharme cada vez que te escribo.
Querido diario, le anhelo, quisiera sus besos en mis labios, sus abrazos en mi torso, sus estrujones en mis manos, su cara rozando mis mejillas...
Es tan niño que me hace reir, es tan cabezota que me devuelve la confianza y autoestima, es tan ciego que me ve hermosa, es tan...
E S P E C I A L!
Esa es la palabra que mejor le describe.
Cuando le vuelva a ver te contaré más sobre nuestras historias.
Gracias de nuevo.
25.05.10
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