Querido diario

La verdad es que tampoco tengo mucha idea de porque estoy escribiéndote de nuevo, supongo que una vez más busco en ti consuelo. Consuelo de poder limpiar mis lágrimas de mi rostro por desahogarme.

Ya ha pasado mucho tiempo, tal vez años desde que te vi, te echaba mucho de menos.

Ciertamente y es que no has cambiado nada, sigues igual de cálido, tierno y sobre todo sabes sentir mis sentimientos plasmados en la tinta cuando escribo.

Bueno antes de contarte nada te preguntarás que ha sido de mi en estos años. Bien mi vida no ha tenido mucha intriga, todo lo mismo, los mismos hábitos, los mismos amigos, el mismo chico, al cual dejé de querer cuando rompió el espejo que nos mantenía unidos. Sí, ya sabes a que me refiero, la confianza.

Todo era rutina.

Pero entonces llegó él. Nunca había visto nada igual...

Era un chico de mediana estatura, más bien tirando a alto,

ojos verdes acaramelados por los lados,

una boca tentadora que llevaba en ella una picardía inigualable,

un cuerpo de infarto...me enamoré de aquel chico y no supe que era el amor verdadero hasta aquel momento. No sabía que el amor podía surgir entre la profunda amistad que compartíamos.

Tiene todo lo que puedo pedir y me da más aun de lo que esperas recibir: amor, sinceridad y fidelidad.

Nunca deja de sorprenderme...

Pero todo esto no abarca su interior que parece Dios haber perdido un día de su creación para pulir un alma tan pura, tan perfecta.

Creo que esta descripción sobrepasa los típicos comentarios de es tan sensible, es tan detallista, tan adorable...porque si se tratase de poner todas sus virtudes físicas no termninaría de escribir porque habría palabras que no podría plasmar porque él es tan increible que no lo podría poner.

Supongo que te estarás suponiendo que nuestra relación ha acabado, antes de seguir quiero decir no, todavía no, no hasta que deje que mi cuerpo se derrumbe por no poder luchar más por él. Pero eso es imposible porque es volverle a ver y sentir un ardiente fuego dentro de mi, una artema que explota dentro de mi ser que me da fuerzas para seguir amándole, seguir queriéndole, porque él lo vale.

Nuestra historia para poder plasmar todo aquel amor se debería escribir con la tinta de la sangre del interior de mi alma en un papel de la suave piel de este chico del que te hablo.

Podría representarla en un largo camino donde sólamente se puede apreciar el principio y no se ve el final porque lo que siento hacia el no le veo el final. Este camino es ni más ni menos que un bordillo, pero no un bordillo cualquiera, en este bordillo están guardados muchos momentos desde los más tristes de anhelo hasta los más felices juntos.

Pero sin embargo nada puede ser perfecto en esta vida que aunque parezca perfectamente creada no lo está, porque se dan circunstancias en las que el amor se pone aprueba. Nosé porque el mío se ha de poner constamente aprueba.

Sé que no soy perfecta, por muy detallista y perfeccionista que sea no puedo exigirme algo que no puedo llegar a ser aunque lo intente. Pero ese pensamiento es imposible de borrar estando al lado de una persona así...

Soy tan frágil y mi alma es tan burnerable que no sabe vencer a los temores de la duda y hace daño a los que más quiere, más bien al que más quiere...Yo tengo por segura que desde el día que confirme mi amor por el no dejé de amarle en ningún instante pero el alma humana es tan manipulable como la de un títere. Pude estar manipulada entonces por el miedo, por la duda...

Pero querido mío, te aseguro que yo LE AMABA A RABIAR!!

Intento no atormentar mi mente día y noche por mis inumerables errores producidos por mi orgullo, la duda, la rabia, los celos pero hay veces en las que el llanto es tan fuerte que mis ojos piden estallar y abrir la presa que llevaba guardando por él, por la felicidad que brota cada día gracias a su preciosa sonrisa.

Fiel amigo mío, quiero puntuar que no paro de luchar por su sonrisa cada mañana y cada noche, despidiendo el día con un mensaje de buenas noches. Tan dulce y tierno que conviertan sus sueños en acarameladas imágenes junto a mi.

Quiero y DESEO hacerle feliz, DOY FE de ello, porque no hay nada, ni ha habido nada ni NADIE más importante que él.

Para mi él es el regalo más grande que la vida me ha podido dar jamás.

Me gustaría decirte todo lo que pienso pero por hoy nosé que más decirte, veo mi mente tan abrumada...espero que sepas ayudarme de vuelta. Aunque con escucharme ya has hecho más suficiente...

Supongo que la mejor cura es el tiempo, no?

Seguiré luchando.

LO JURO.

Gracias una vez más.

Buenas noches...

Atentamente: María