You are always welcome...

No se puede decir que sea una famosa escritora, ni una chica deslumbrante a la que todo el mundo admira, tampoco ningun genio de la lámpara ni una persona que tenga algún tipo de talento. Tan sólo soy una chica enamorada perdidamente de un chico realmente increible que ha echo dar una vuelta a mi vida, coloreandola con los tonos más alegres, dándome fuerzas para seguir en el día a día y luchar contra la dura rutina, haciéndome sentir viva.
Por eso quiero dedicarle este pequeño y humilde rincón, lleno de recuerdos de momentos inolvidables, sentimientos infranqueables que me hace sentir, porque todo esto es para ti.
Espero que te guste y lo disfrutes.
Te Quiere: María



martes, 19 de julio de 2011

Tren hacia el olvido

Los segundos pasan y la vida se agota
quieres dejar de soñar y vivir tus propios sueños.
No dejes que la última gota
caiga sobre tu cuello.

Por eso corre, hulle, vuela, viaja a través del tiempo.
Deja de llorar en aquella esquina
que desde aquel entonces se había convertido en tu pesadilla.
Asi qe despieta o tu tren pronto partirá
pero esta vez por un camino muy distinto,
donde la primera parada será el olvido.

Tus pensamientos despejarán,
aquellas nubes que en la cabeza
algún día te hicieron flaquear
y poder dejar de ser quien antes eras.

Pon entonces tu pie en el bagón
y yo te prometeré,
con todo mi corazón,
que tu rostro sonriente podrás volver a ver.

Despierta, ya has llegado.
Un nuevo camino te espera,
dejando atrás todo el pasado que tanto te ha torturado
podrás por fín ver el mundo de una mejor manera.

Esperando un nuevo despertar

Perfecto, sencillamente como tú...
Sus ojos, su mirada, me hacen sentir
que por fin vuelven en mí las ganas de vivir

Eres quien en la oscuridad me hace ver la luz
quien en el desierto me quita la sed
o quien el glaciar me da calor...
Quien hasta en mis pesadillas me quita el dolor.

¿Por qué aer no pude hacerte sentir
lo mucho que tu hacías en mí?
Quizás el tiempo y el espacio estaban descontentos
por las cosas vividas por aquel momento.

Perfecto sencillamente perfecto...
Ahora sus miradas no son para mí,
pero aún así, por mucho que duela,
me basta con hacerle sonreír.

Lucharé por aquellos días,
en los que al despertar,
esbozaba una sonrisa
deseando volverte a encontrar.

¿Por qué ayer no pude hacerte sentir
lo mucho que tu hacías en mí?
Quizás el tiempo o el espacio estaban descontentos
por las cosas vividas por aquel momento.

Pero ahora hay entre nosotros un gran silencio,
un espacio que podrá determinar,
que tras el sufrimiento,
pueda haber por fin un nuevo despertar